La “tendinitis” rotuliana o más propiamente dicha la tendinopatía rotuliana es una patología tremendamente frecuente tanto en atletas profesionales como en la población general.
Se estima que hasta el 20% de los deportistas que realizan saltos la padecen.
Fundamentalmente, afecta a jugadores de vóley, pero también es muy frecuente en baloncesto y futbol.
En un estudio publicado por el Barcelona, se llegó a recoger hasta un 7,1% de incidencia de tendinopatía rotuliana entre todas las categorías deportivas del club.
El origen de esta dolencia es algo complejo y con múltiples causas, principalmente se debe a sobrecarga mecánica, pero también está relacionado con la existencia de disbalance de flexibilidad entre musculatura isquiotibial y cuádriceps, traumatismos, etc.
Hay que entender el conjunto del tendón del cuádriceps, rotula y tendón rotuliano que componen el “aparato extensor” de la rodilla como una cometa de kitesurf con sus 2 cuerdas, siendo la cometa la rótula y cada cuerda uno de los tendones.
Para que la cometa-rótula funcione bien, las cuerdas-tendones tienen que tener una correcta tensión y estructura y viceversa.
En cuanto a los síntomas que vamos a presentar son, dolor anterior de rodilla, debilidad a la hora de realizar saltos, subir peldaños con la pierna afectada en apoyo, inflamación.
En cuanto a su diagnóstico, nos apoyaremos aparte de la correcta exploración clínica en pruebas de imagen como la ecografía, tremendamente útil y accesible en consulta, y en la resonancia magnética que nos aportara una información más amplia sobre el conjunto de la rodilla y del aparato extensor.
Dado que se trata de una patología compleja con múltiples causas, su abordaje terapéutico es igualmente complejo.
Podremos abordar el problema desde medidas físicas como el reposo, frío, la dosificación de la carga externa, ejercicios excéntricos, fisioterapia, hasta medidas intervencionistas tales como infiltración de terapias biológicas como son los PRP´s, etc.
Las opciones quirúrgicas son relativamente infrecuentes, siendo menos del 10% de las tendinopatía rotulianas susceptibles de cirugía.